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La finca Alto de los Andaquies es un proyecto familiar que comenzó a mediados del año 2004, comprendida por una extensión de tierra de 15.000 m2 (1.5 hectáreas), tierra dedicada en ese entonces al pastoreo de caballos. Hoy en día cuenta con 2.500 matas de café, además de cultivo de plátano, banano, yuca, arracacha y frijol. La producción actual de café es procesada en la finca para el consumo familiar y de los visitantes. Esta finca se ha convertido en un hostal para compartir sus espacios con los visitantes y así poder subsidiar parte de los recursos de su manutención, siendo uno de los mejores sitios para los turistas que visitan San Agustín, la visión es convertirse en el mejor sitio campestre del surcolombiano, trabajando arduamente para mejorar día a día sus servicios de alojamiento y restaurante, con recurso humano propio de la región, aprovechando al máximo la naturaleza y conviviendo en un ambiente sano y tranquilo con la comunidad. de cuidar y mejorar el ambiente natural en Pro de un ecosistema sano, promoviendo y difundiendo a los vecinos y visitantes el buen uso de los recursos naturales, dándole un manejo adecuado a los residuos orgánicos e inorgánicos de la finca.
Por los alrededores de la finca existen caminos que se pueden usar para caminatas de vecinos y visitantes, que conducen al parque arqueológico por una vía alterna, o hacer el recorrido a la Pelota y el Purutal, sitios de hallazgos arqueológicos que también se pueden visitar cabalgando, estos hermosos paisajes están rodeados de naturaleza y de casas campesinas, acompañado del canto de los pájaros y de paisajes naturales hermosos, con un clima envidiable en el día y de frío por las noches.
El sitio es ideal para desestresarse y disfrutar de un relajante estadía, respirar profundamente y saborear el aire puro fabricado en las estribaciones del macizo colombiano, deleitarse de los paisajes que lo rodean entre las montañas y cañones tupido de la alfombra verde, con algunos bosques en los picos altos besados por las nubes, todo esto acompañado de un delicioso café o de la bebida preferida, caminando por los pasillos y caminos de piedra para apreciar la variedad de flora que se cultivan en sus jardines.